Comprar ahora y pagar después: ¿una nueva forma de crédito o una trampa disfrazada?

Comprar ahora y pagar después: ¿una nueva forma de crédito o una trampa disfrazada?

¿Esta modalidad de pago es realmente revolucionaria o simplemente otra forma de endeudarse? Exploramos sus beneficios, riesgos y cómo puede afectar el comportamiento financiero de los consumidores en Guatemala.

¿Una nueva era del crédito al consumo?

¿Qué tiene de atractivo la opción de comprar ahora y pagar después?

La opción de comprar ahora y pagar después se ha vuelto cada vez más popular en comercios y plataformas digitales. Permite a las personas dividir sus compras en cuotas sin intereses, lo que genera un fuerte atractivo en tiempos donde el dinero no siempre alcanza. Sus defensores afirman que representa una innovación financiera por varias razones:

Flexibilidad sin intereses

Esta opción permite adquirir productos sin pagar todo de entrada, y sin intereses, siempre que se cumplan los plazos establecidos. Para muchas personas, es una herramienta útil para manejar mejor sus finanzas mes a mes.

Acceso más fácil al crédito

A diferencia de los préstamos bancarios o las tarjetas de crédito, muchas plataformas que ofrecen esta modalidad tienen requisitos más flexibles y no exigen análisis crediticios rigurosos.

Pagos predecibles y a corto plazo

Normalmente se paga en 3 o 4 cuotas repartidas en pocas semanas. Eso ayuda a organizarse mejor y evita los intereses que suelen aparecer con las tarjetas tradicionales.

Beneficio para los negocios

Las tiendas pueden aumentar sus ventas y el valor promedio de cada compra, ya que los clientes se animan más cuando pueden pagar después. Además, el riesgo de impago lo asume la empresa que ofrece el financiamiento, no el comercio.

¿No es esto lo mismo que una tarjeta de crédito con otro nombre?

Aunque suene novedoso, hay quienes ven esta forma de pago como una tarjeta de crédito disfrazada . Algunos de los argumentos en contra son:

Sin intereses... pero solo si pagas a tiempo

Al igual que con las tarjetas, no hay intereses si todo se paga dentro del plazo. Pero si te atrasas, pueden aplicarse recargos o incluso intereses.

Demasiados planes al mismo tiempo

Si haces varias compras fraccionadas, se vuelve difícil llevar el control de cada plan y sus fechas de pago. Eso puede provocar retrasos, igual que sucede con múltiples tarjetas activas.

Impacto en tu historial crediticio

Aunque algunas empresas no reportan de inmediato los atrasos, eso está cambiando. Si incumples, tu historial puede verse afectado, como ocurre con cualquier otra deuda.

¿Fomenta el gasto impulsivo?

Las cuotas parecen pequeñas y fáciles de manejar, pero eso puede llevarte a comprar cosas que realmente no necesitas. Y si tienes varios planes activos, tus gastos pueden salirse de control.

¿Es una herramienta útil o fomenta la irresponsabilidad financiera?

Esta modalidad también recibe críticas, especialmente cuando se utiliza para cubrir necesidades básicas del día a día y no para emergencias o compras importantes. Las principales preocupaciones son:

¿Endeudarse para cubrir lo esencial?

Usar esta opción para comprar comida, artículos de uso diario o servicios básicos puede ser un reflejo de problemas económicos más profundos. No soluciona el problema de fondo: ingresos insuficientes o inestabilidad financiera.

Falta de educación financiera

Muchas personas no entienden del todo cómo funciona el crédito. A veces ven estas cuotas como “dinero gratis”, igual que algunos creen que el límite de una tarjeta es dinero que ya tienen. Esa confusión puede tener consecuencias graves.

Es fácil caer en la tentación

La idea de que es algo cómodo y sin riesgos puede llevarte a gastar más de lo que puedes pagar. Y si tienes varios planes al mismo tiempo, es muy fácil olvidar un pago. Para conocer una perspectiva internacional sobre este tema, podés leer este artículo publicado en Sudáfrica. Allí se explora si esta modalidad representa una evolución positiva del crédito o si solo es una trampa con otro nombre.

Conclusión

La opción de comprar ahora y pagar después ha cambiado sin duda la manera de consumir y acceder al crédito. Pero aunque parezca moderna y flexible, comparte muchos riesgos con los sistemas tradicionales: acumulación de deudas, pagos atrasados, impacto en el historial crediticio y la posibilidad de gastar más de lo necesario.

¿Qué opinas sobre esta forma de comprar ahora y pagar después? ¿Es una ayuda o una trampa peligrosa?

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El artículo fue actualizado el 2 julio 2025